La dieta hipocalórica no cuenta con respaldo científico, de hecho, los estudios confirman que aproximadamente un 90% de las personas con sobrepeso han fracasado a la hora de perder grasa con la famosa "dieta hipocalórica". Además, más del 50% de los que al principio pierden peso acaban recuperándolo y ganando más aún.
Todo el mundo tiene claro que no tendrá la misma composición corporal una persona que consuma 2000 kcal a base de bollos, galletas, cola y patatas fritas que una persona que consuma 2000 kcal a base de espinacas, salmón, huevo y aguacate. ¿Porque?
Por que el organismo utiliza cada macronutriente para una función diferente:
AZÚCAR Y CH: 100% exclusiva función energética. Aunque el impacto metabólico de 300 gr de HC de brócoli y de 300 gr de HC de harina refinada será diferente.
PROTEÍNA: función sobre todo plástica. Muy rara vez es quemada como caloría para obtener energía. Se utiliza para:
- Formación de enzimas y estructuras
- Formación del sistema inmune
- Transporte de sustancias
- Reparación de tejidos
- Etc, etc.
Resulta casi imposible llegar a un exceso energético comiendo solo proteína.
GRASA: aunque sí que se puede usar cómo energía gran parte de ella tiene otras funciones vitales, se utiliza para:
- Construcción de hormonas
- Formación de membranas celulares
- Formación de células en el cuerpo
- Transporte de vitaminas
- Transporte de ácidos grasos
- Formación del sistema nervioso
- Formación del cerebro (es en su mayoría grasa)
- Etc, etc.
La caloría es un concepto erróneo para hablar de la energía que consumimos, además viola la segunda ley de la termodinámica: una caloría no es siempre una caloría.
Somos un sistema abierto gobernado por hormonas y no podemos luchar contra ello, hacerlo (cómo lo estamos haciendo con la alimentación moderna y las dietas hipocalóricas) NOS ENFERMA Y NOS ENGORDA.
Es absurdo pensar que lo único a lo que se dedica nuestro organismo es a “pegar fuego” a las calorías.